Capítulo 119
—Abuelo, reconozco mi error. Te prometo que me disculparé sinceramente con Marisela. Por favor, no presentes los documentos de divorcio —suplicó Lorenzo.Eduardo guardó silencio por un momento. Marisela había firmado voluntariamente y se había marchado con determinación, lo que indicaba que ella realmente quería el divorcio. Finalmente respondió:

—No importa si querías firmar o no. Las cosas ya están decididas. Deja de insistir.

—¡No, abuelo, no puedes hacerme esto! —exclamó Lorenzo desesperado.

—¡Fuiste tú quien me hizo casarme con Marisela, tú quien me hizo enamorarme de ella! ¿Cómo puedes destruirlo todo con tus propias manos?

—Me he enamorado de Marisela. No puedo vivir sin ella. No te pido nada más, solo que no presentes los documentos... —la voz de Lorenzo se quebró en un tono humilde.

Al otro lado, viendo a su nieto en ese estado, Eduardo finalmente suspiró.

—Hay un período de reflexión de treinta días. Si logras reconciliarte con Marisela, el divorcio quedará anulado.

Al escucha
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App