Cuando Kian le había dicho que Kieran finalmente había aceptado unificar su manada con la suya, Dana no pudo estar más feliz.
De sus hijos, con el que menos había compartido, era con Kieran. Desde que lo habían salvado, Dana había querido mantenerlos protegidos de todo, era grande cuando lo encontró, no un cachorro al que pudiera mimar, al menos físicamente, y sin embargo, no dejaba de ser su hijo.
Dana lo quería cerca, pero Kieran se abrió camino creando el mismo su manada después de encontrar a su compañera.
Antes se encargaba de ayudar al resto de machos o hembras que se formaban en la arena, era muy bueno en el combate cuerpo a cuerpo, pero después de que Alison apareció, Kieran decidió irse y crear su propia manada. Nadie confiaba en ella, pues no solo era hija de aquel hombre que había ayudado secuestrar a sus hijos, sino que también había traicionado a la propia hermana de Kian.
Había algo en ella, que no le gustaba, sin embargo, Diana trató de recibirla junto con su nieto, aque