Alicia
—¡Alicia, estás loca! —gritó ese energúmeno a través del teléfono—. ¿Qué es esto que me acaba de enviar tu abogado? ¿El divorcio?
—Tú mismo te has dado cuenta, te dije que mi abogado se pondría en contacto contigo, no sé de qué te sorprendes.
—Pensé que todo se trataba de una broma tuya. Pedirme el divorcio después de tantos años que llevamos juntos. ¿Es que acaso no has pensado en nuestra familia? —se ve que tú tampoco pensaste en ella.
—Ya te dije que quería el divorcio —trato de no alterarme y hablar serena—, ¿Qué parte no entendiste?
—Recapacita mi amor, ya te dije que solo fue una vez, una miserable vez,… todos tenemos el derecho a una segunda oportunidad, si fuera a la inversa yo sí te la daría a ti —Mentiroso, pero no puedo descubrir que sé todo lo que ha hecho con Abigail.
—Esto no tiene más discusión Diego, a partir de ahora todo lo que tengas que hablar lo harás con mi abogado, por mi parte no hay más oportunidades.
—¡No, no puedes hacerme esto! —volvió a gritar