Por Débora
Cuando les mostré las alianzas a Gabriel y a Ema, recibí la dichosa malteada.
-No, hermano, nos traicionas, ahora Soledad va a querer que le proponga lo mismo o se va a decepcionar si no lo hago y Gabriel está peor, Florencia es más grande y…
-No tiene nada que ver, yo me quiero casar, la quiero tener todas las noches en mi cama.
-Si pensás solo en la cama...no es tan sacrificado casarme con ella.
-¿Están locos ustedes dos?
Nos grita Gabriel, al escuchar el razonamiento de su primo.
-Ya tuvimos esta misma conversación, varias veces y la última vez, no hace tanto.
Le digo ya con la poca paciencia que me quedaba hacia mi amigo, él está desesperado.
-A mi me contagia la osadía de Gonzalo.
Dice Ema.
-Ustedes están calientes con esas pendejas.
Nos acusa, casi desesperado, Gabriel.
-No le des tantas vueltas, yo por mi parte, tengo en claro que Debi me desespera, que quiero…tenerla todas las noches, me desespera a tal punto que el otro día me olvidé de cuidarme.
-¿Qué?
-¿Está emba