Victorio
Le sonrío antes de añadir.
- Sería mejor que terminemos nuestra luna de miel aquí, porque esta noche, ¡voy a tener relaciones como se debe con tu mujer!
- Ella es muy tímida.
- ¿Y cómo fue la primera noche?
- Hum... demasiado tímida para mi gusto, pero estuvo bien.
- Entonces, ¡creo que te llevarás bien con mi esposa! ¡Te hará correr por todas partes! Bueno, tengo que irme. Estoy exhausto.
- ¿Dónde está Salvador?
- ¿Qué crees? Debe estar aún en su habitación, ¡debe tener mucha hambre para seguir en su habitación!
Me uno a mi esposa, ella está en la ducha.
Tara
¿Ah, qué noche? ¡No quiso tocarme! Pero, ¿cuál es su problema?
Pasé la noche dando vueltas. Por más que intenté acercarme a él para excitarlo, nada funcionó, no me tocó. Esta mañana, su miembro erecto me llamaba. Comencé a acariciarlo, luego lo tomé en la boca, él aún estaba dormido, le hice una buena felación, abrió los ojos y se encontró en mi boca. Mientras lo miraba fijamente a los ojos, seguí hasta que llegó al clí