95. Los demonios de Jack
Jack estaba despierto, y sus ojos observaban el entorno con una mezcla de confusión y asombro. Las máquinas a las que había estado conectado los últimos días seguían sonando por los cables desconectados.
Dos enfermeras intentaban contenerlo y el doctor lo evaluaba con sorpresa por su repentino y pronto despertar. Pocos casos de lucha había visto durante su larga carrera… y ese era uno de ellos.
— Kira… — murmuró Jack débilmente. Su voz estaba cargada de preocupación y angustia — Kira…
El doctor alzó la vista, comprendiendo que se refería a esa jovencita que no había querido abandonar el hospital bajo ninguna circunstancia.
— Venga, acérquese — le pidió —. Le hará bien saber que está aquí.
Kira pasó un trago con dolor, y sin pensarlo dos veces, corrió hasta él y se hundió en sus brazos, como cuando sabes que estás próxima a la meta y el corazón no para de latir desbocado contra la caja torácica.
Jack se estremeció ligeramente por el leve impacto e intentó con mucho esfuerzo rodearla y