17. Una verdad oculta

Nos habíamos besado y no supe que hacer con la fuerza que comenzó a latir mi corazón por culpa de aquel sentimiento, y aunque solo hubiesen sido unos segundos, el recuerdo de sus labios quería marcado por siempre.

Estuve fantaseando toda la noche con ello, sus manos alrededor de mi cuello, su boca, su respiración agitada, la mía, todo me había absorbido tanto que apenas y pude conseguir el sueño.

La mañana siguiente desayunamos juntos. Máximo, como siempre, no se levantó de la mesa hasta que acabara mi plato, me llevó a la universidad y luego paso por mi a ella, almorzamos en un bonito restaurante y nos despedimos en la tarde. Veríamos una película en la noche y yo no podía con la emoción dentro de mi pecho.

No hablábamos de nada al respecto, simplemente actuábamos como dos enamorados y nos dábamos cortos y castos besos de vez en c

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo