Capítulo 44— ¿Qué sucede? Narrador —¿Embarazada, Eira? ¿Del desgraciado de Killian? No... M****a, Eira, no pudiste cuidarte, tomarte la pastilla del día después... Qué sé yo... Tragártelo, pero embarazarte. Pasando las manos desde su rostro hasta su cabello, completamente exasperada por el embarazo de Eira, Rachel soltó, y manteniéndose sentada en el mismo sofá de hacía unos minutos, Drayton no dijo palabra alguna. —Lo sé, Rachel... Y eso de verdad me tiene aterrada. ¿Qué pasa si no lo hago bien? ¿Si Killian se entera y quiere que me deshaga de él? No lo sé... Viendo el terror reflejado en la mirada de Eira, Rachel supo que estaba siendo demasiado dura con ella, y colocándose en cuclillas frente a su amiga, prometió. —Lo harás excelente, Eira Drayton. ¿Me has escuchado? Me tienes a mí para apoyarte. Te prometo que no me apartaré de tu lado de ahora en adelante. Con esa promesa silenciosa, la cual era verdaderamente de todo corazón, Eira y Rachel permanecieron juntas toda esa mañ
Capítulo 45 — Simple casualidadNarradorColocándose de pie enseguida, Eira solo agitó su cabeza en negación renuente a responder esa pregunta. No era ella la que se encontraba acorralada en ese instante, era Rachel, por lo que de ninguna manera dejaría que escapara por la tangente.—No soy yo la que se encuentra entre la espada y la pared ahora, bruja, eres tú, por lo que será mejor que respondas. ¿Qué es lo que sucede con Iker?Tratando de tragarse el nudo que se formó en su garganta mientras Drayton no le quitaba la mirada de encima, Rachel jugueteó con sus dedos unos segundos sopesando por dónde iniciar, y tomando algo de aire, al fin habló.—Eira, no quiero que nuestra amistad se vea afectada por esto, por...Viendo a Rachel realmente nerviosa, Eira arqueó una ceja ante sus rodeos y, llegando a su límite, advirtió.—Nuestra amistad se verá afectada si no me cuentas qué es lo que pasa con él. Rachel, eres lo más parecido a una hermana, sabes todo de mí, y yo de ti, jamás han habid
Capítulo 46—No sabesNarradorIngresando en su oficina tras el vergonzoso momento en donde se encontró a King en el lobby del edificio, Eira caminó hasta su escritorio para dejar sus pertenencias, y la tarjeta sobre el mismo. Tenía algo de prisa, necesitaba trabajar mientras el reloj no dejaba de correr.Tomando su lugar del otro lado, Eira encendió la computadora mientras hojeaba un par de papeles que su asistente había dejado unos minutos atrás, y viendo cómo detrás de ella entraba Iker, con la misma seguridad y confianza que lo caracterizaba, apretó sus labios al recordar lo sucedido con Rachel, pero sabiendo que ese no era su problema, calló.— Buenos días. ¿Cómo amaneces?Llegando hasta ella, Iker se quedó de pie frente a su escritorio y, sonriendo un poco tensa, Eira respondió:— Muy bien, ¿y tú?Respondiendo de la misma forma, Iker solo centró la mirada en ella, y notando desde su posición la tarjeta negra con dorado sobre el escritorio, preguntó movido por la curiosidad al not
Capítulo 47— Lo vería nacerNarradorLos días pasaron y Eira, tras visitar al médico y asegurarse de que las cosas con su embarazo de seis semanas se encontraran bien, se dispuso a trabajar. Por supuesto, Rachel, tal como lo prometió, tras terminar con sus labores regresó para quedarse a su lado un tiempo.Por otra parte, Iker permaneció distante, trabajando en la misma oficina pero acercándose a Eira solo lo necesario, esto con el fin de evitar malos entendidos, confrontaciones innecesarias que no llevarían a ningún lado.Observando su teléfono sobre su escritorio mientras una llamada entraba, Iker tragó notando de quién se trataba, y liberando un poco de aire sabiendo que no podría seguir escapando, se puso de pie para responder. No quería hacerlo, le estresaba tan solo escuchar su voz, pero sabiendo que tenía que obedecer, fue que deslizó su dedo sobre la pantalla.—¡Qué bueno escucharte de nuevo!Asintiendo un par de veces mientras la voz resonaba del otro lado, Iker caminó a la v
Capítulo 48— ¿Iban a casarse? Narrador Regresando a la ciudad antes de lo esperado, Killian Alde caminaba por el lobby de D&A. Había tenido uno de los peores viajes, y lo peor de todo era que la responsable era la mujer con la que compartiría el resto de su vida. Siendo recibido por su asistente, quien corría tras él un poco descolocada porque no lo esperaba hasta al menos un par de días después, al llegar a las puertas del elevador ingresó junto a él, y revisando la tablet con manos temblorosas, la mujer explicó. —Señor Alde, para hoy no tiene pautado nada... Como aún pensábamos que no regresaba. Sin apartar la mirada de la pantalla en donde se reflejaban los números pasar, Killian apretó sus dientes, no por la mujer a sus espaldas, no por estar en la empresa por la que tanto trabajaba, sino por Sofía, por cómo lo manipuló todo este tiempo para que se alejara de Eira, a quien amaba. ¿Fue un maldito idiota? Sí, lo fue, y a lo grande. Un maldito infeliz que no supo lo que tenía ha
Capítulo 1— Una más del montón Narrador Con sus ojos cristalizados y su boca ligeramente abierta, Eira no podía creer lo que veía sus ojos en ese instante. —Cásate conmigo. Desviando la vista a la mujer ante ella, la misma que observaba a Killian con sus ojos repletos de amor, la realidad golpeó a Eira. Por más que ella hubiese deseado que este momento no llegara, lo hizo y de peor forma, cuando ella menos lo esperaba, frente a un montón de personas como testigos. Bajando su mirada al suelo, mientras que por su mejilla rodaba una lágrima, Eira escuchó como Sofía accedió a unir su vida a la de Killian para siempre, y escuchando los gritos a su alrededor que celebraban tal unión, supo que lo perdió para siempre. —Eira, ¿estás bien? Hija te juro que no sabía que esto pasaría. Sintiendo la ligera opresión de la mano de su madre que reposaba sobre su hombro, regresó a la realidad. Ella mejor que nadie sabía que Killian y Sofía en algún momento tendrían que casarse, su unión estaba
Capítulo 2— Mantener distancia NarradorAl llegar a casa tras abandonar la nefasta fiesta de aniversario, Eira cerró la puerta tras de sí y apoyó la cabeza en la fría madera.El simple hecho de ver a Killian arrodillado frente a Sofía pidiéndole matrimonio le dolió, le quemó hasta el punto de sentir que su corazón sangraba. Tener a Alde de esa manera era lo que ella más anhelaba en la vida, y ahora, después de esto, de comprometerse oficialmente sería imposible.Soltando un ligero sollozo, Eira se lo tragó casi de inmediato al ver que él no se lo merecía, y empezando a despojarse de los zapatos, los tomó entre sus manos antes de caminar al armario para deshacerse del vestido que empezaba a molestar.Arrojándose sobre la cama una vez se metió en su vestido para dormir, Eira se mantuvo en silencio observando el techo mientras pensaba ¿Qué podría hacer de ahora en adelante? Lo mejor para los dos era mantener la distancia, destruir cualquier lazo que la atara a él, lo cual era casi impos
Capítulo 3— ¿Qué había sido eso?NarradorEira jadeó contra sus labios, con las manos presionadas entre sus cuerpos, sin saber si salir, si empujarlo o aferrarse a su camisa. El aire se volvió denso, irrespirable, y cada roce de Alde sobre su piel encendía las brasas que tanto había intentado apagar.Él no le dio tregua. Sujetó su cintura con fuerza, pegándola aún más a la pared, haciendo que el frío del concreto contrastara con el calor abrasador que él le provocaba. Bajó una mano hasta su muslo, alzándoselo con brusquedad para acomodarse entre sus piernas, como si le perteneciera, como si ese derecho jamás se hubiera puesto en duda.— Vas a dejar de decir estupideces, Eira. No me alejaré de ti, ni hoy, ni mañana, ni nunca.Murmuró ronco contra su cuello, mordiendo despacio, dejando su marca como si quisiera tatuar su nombre en su piel. Eira cerró los ojos, buscando cordura, esa que estaba a punto de perder, pero él se la arrebataba con cada palabra. Intentó hablar, replicar, aunque