Capítulo 68— No darle tregua
Narrador
Manteniéndose un poco ocupada preparándose para recibir la visita de los posibles compradores, Eira se movía de un lado a otro revisando un par de asuntos en la computadora, cuando de pronto la puerta de su oficina fue tocada ligeramente. Sin apartar la mirada de esta, solo se limitó a pedirles seguir, y viendo como una figura conocida para ella ingresaba en el lugar, se detuvo en seco.
—¿Qué se supone haces aquí? Pensé que estarías trabajando
Con una sonrisa teñida con un deje de incredulidad, Eira se puso de pie para recibir a King, y él con las manos aún en el bolsillo se encogió de hombros.
—Estaba cerca y quise pasar a ver cómo estabas... Si habías comido, cómo habías dormido después de lo de anoche.
Bajando su rostro con sus mejillas sonrojadas por sus últimas palabras, Eira permaneció en silencio por unos segundos, y al llegar a ella, Adams colocó el dedo bajo el mentón de Eira elevando su rostro para decir antes de darle un casto beso sobr