53. Solo nosotros
53
Blake
El sol caía oblicuo sobre la playa, tiñendo todo de dorado mientras la brisa cálida acariciaba mi rostro. Sentí sus pasos detrás de mí y no tuve que girarme para saber que me seguía. Su perfume, una mezcla suave y dulce, se mezclaba con el salitre del mar, pero predominaba. Como si la isla entera supiera que ella estaba aquí.
Noelia.
Había pasado días sin saber de ella, tratando de convencerme de que no importaba. Que esa noche en la que casi la maté mientras dormía fue solo un error, la misma noche que saboreé cada rincón de su cuerpo un desliz del que debía escapar. Y, sin embargo, ahora que la tenía a solo metros, mi autocontrol comenzaba a agrietarse.
—¿Dónde está Sera? —preguntó detrás de mí con esa voz suave que siempre se colaba entre mis muros.
Me detuve.
Ella también se detuvo, pero no con la misma firmeza. Su pie se atoró con una raíz casi invisible entre la arena y la vegetación, y un leve jadeo escapó de sus labios cuando perdió el equilibrio.
Sin pensar, la sujet