51. El silencio de mi despacho
51
Blake
El silencio de mi despacho solo se interrumpía por el pasar ocasional de una hoja, pero ni los papeles frente a mí lograban captar verdaderamente mi atención. Firmas, informes, asignaciones… todo lo que normalmente me mantenía enfocado, hoy era solo un montón de tinta sin sentido.
Le eché un vistazo rápido al teléfono. Nada. Ni un mensaje, ni una llamada. Noelia no me había contactado en todo el día.
Debería sentirme aliviado. Después de todo, eso era lo que quería. ¿No?
Pero en lugar de alivio, había un vacío molesto en el centro del pecho. Un hueco que no admitía orgullo ni razón.
Recordé aquella noche. Ella dormía en mi cama como si hubiera nacido para estar allí. Desnuda e inquietantemente en paz. Yo le había apuntado, con el pulso temblando, porque la energía que emanaba era salvajemente distinta, peligrosa incluso. Y, aun así, no apreté el gatillo. Ni me quedé. Me fui. Como un maldito cobarde.
No era propio de mí. Yo no huía. Y sin embargo… lo hice.
Porque no podía perm