Se hicieron las ocho de la noche, por un momento pensé que Alex no pagaría el rescate de Valentina.

—Señora, nos han confirmado que tienen el rescate listo, ya hemos dado las instrucciones para recibirlo.

—Muy bien, ¿En cuánto tiempo tendremos ese dinero aquí?

—Si todo sale bien, en 30 minutos estará aquí, luego la liberamos a ella.

Una vez que el dinero esté en mis manos, la vida de Valentina no me importa.

Durante este tiempo me había abstenido a encender mi teléfono, lo que menos quería es que me localizaran por él, además con lo reciente sucedido, estoy segura de que mamá no me estará buscando.

El hombre que se encargaría de recoger el rescate nos iba diciendo todo por radio.

«Veo al sujeto dejando la maleta, al parecer está solo, ha venido en su carro.»

«Ha regresado a su vehículo y se está marchando»

«Estoy enviando a alguien para que lo recoja»

—No me dijeron que había otra persona recogiendo ese dinero.

—Es parte del plan, se le paga a alguien que no sabe nada, comúnmente se b