XXII.
Sandra Torrini
-Esto está exquisito – comenta Sonia y sonrío –
- Lo hice con mucho amor – respondo y sonríe para agarrar mi mano –
- Disculpa que desaparecí – dice y niego –
- Entiendo, querías tu espacio – respondo y entrecierra los ojos –
- ¿Cómo sabes? – pregunta y sonrío de lado – Miranda y Anna – se responde y me rio –
- Lo bueno de que tus amigas sean mi nuera y cuñada – digo orgullosa y niega –
- Esto no tiene sentido – se queja y me rio –
Le lanzo un beso y seguimos almorzando mientras nos vamos poniendo al día, yo le cuento de lo que ha sido mis días en la empresa, en cuanto a mi familia papá está súper mal por las decisiones de mi hermana y mías, mis abuelos están felices y Sonia se ríe, de mis hijos los veo felices y mientras eso pase yo estaré bien y aprieta nuestras manos.
-¿Y tú como estás? – pregunto y suspira –
- Quería mi paz y la encontré pero todavía me duele haber perdido a mi hijo – responde y hago una mueca de tristeza –
- Dale tiempo al tiempo