Justo como me lo había prometido Ever, después de haber almorzado, me lleva hacia la parte más externa de la cueva para enseñarme lo que le pedí.
— ¿No se supone que vas a enseñarme a controlar el fuego?— Sí, pero no quiero que termines incinerando la cocina. Así que, lo haremos aquí afuera con una fogata. — dice Ever.— Oye, entiendo que no soy muy buena controlando esto, pero…— No minimices lo que podrías hacer, porque tú no eres muy buena, es que no sabes hacerlo. — dice Ever observándome sonriente.No puedo molestarme por ello porque ha dicho la verdad, pero de todas formas me resulta indignante.— Sí vas a enseñarme, no me humilles porque eso va a disminuir mi motivación. — me quejo.— Antonella, quiero que entiendas algo importante: a nosotros nunca nos van a tratar bien