Mónica marchó al trabajo con Dylan, manteniendo un trato profesional dentro de la oficina. Fuera de ella, sin embargo, todo era diferente. Ambos habían acordado no hablar sobre su relación en el trabajo, así que nadie sabía que estaban saliendo. Aunque había ciertas sospechas. Por ejemplo, la asistente de Karla estaba siempre alerta, siguiendo órdenes de su jefa, quien quería averiguar si había algo más que una simple relación laboral entre Mónica y Dylan.
Al final, Julia regresó a la oficina de Karla. La jefa la miró con curiosidad.
—¿Has podido descubrir algo o de nuevo has notado que solo actúan como jefe y empleada? —preguntó Karla, con un tono de expectativa.
—Lo siento mucho, pero parece que la única relación que tienen es de carácter profesional. No he visto nada que sugiera lo contrario. No creo que estén saliendo juntos, además, ¿por qué lo haría? Ella claramente no es su tipo —soltó Julia, tratando de ser objetiva.
—Por supuesto que no es su tipo. Dylan es un idiota. Estuvim