Mundo ficciónIniciar sesiónMientras todos están impactados con la noticia del doctor, Vania no se resigna. En un arranque de locura se pone de pie y corre hacia el pasillo por donde ha aparecido el doctor.
—¡Mateo! —grita por el lugar, buscando en dónde está—. ¡¡Mateooo!!
—¡Oiga, usted no puede estar aquí! —le dice una enfermera que trata de detenerla, pero Vania la empuja para quitarla de su camino. Llega a una puerta abierta, allí ve a Mateo sobre la camilla, la máquina marca que ya no hay vida en ese cuerpo, pero ella corre hacia él y se aferra a su cuerpo.
—Por favor, mi amor… no nos puedes dejar, regresa, Mateo, por favor… no te vayas… no te vayas…
«En lo más profundo de aquel camino rodeado de oscuridad, Mateo camina hacia una luz lejana. A mitad del trayecto ve una puerta semiabierta y decide entrar a ella.







