Mundo de ficçãoIniciar sessãoUna cosa era que Mateo volviera a respirar y otra muy distinta era que despertara. Y eso el doctor se encargó de dejárselos muy claro en la tercera semana en que no fue capaz de abrir los ojos.
En todo ese tiempo, Vania había tomado el sofá en la habitación de él como su cama, Matthias iba día por medio para verlos y decirle al oído a su padre que lo estaba esperando para ir a jugar fútbol juntos nuevamente.
Alessandro veía día tras día la manera en que Vania cuidaba de su hijo, cómo le contaba que las náuseas se estaban pasando, que ya no estaba casada, también que los responsables de dejarlo allí ya habían sido capturados y lo mucho que extrañaba mirarlo a los ojos.
Para todos es difícil verla así, pero simplemente no hay una manera de separarla de él, todo es más complicado porque Mateo no puede decirle que







