Mundo ficciónIniciar sesiónHera entra llevando un vestido negro, de escote V dejando el ver el nacimiento de sus senos, con unos tacones de trece centímetros del mismo color. Lleva una coleta alta que deja ver su cabellera rubia perfectamente peinada y camina como si estuviese aplastando el mundo en el proceso.
Cuando le estrecha la mano a Mateo en la sala de reuniones, se quita los lentes de sol y toma asiento en donde Mateo le indica.
—¿Desea algo de tomar, señorita Samaras?
—No, muchas gracias —deja su cartera colgada en la silla y cruza una pierna sobre la otra—. Pero antes de que me digas lo que necesites decirme, creo que deberíamos dejar eso de señor y señorita.
—Prefiero mantenerlo así, es un signo de respeto.
—Créeme, no voy a dejar de respetarte porque te llame por tu nombre —ella lo mira con intensidad y Mateo debe apartar la mirada porque por alguna raz







