Mundo ficciónIniciar sesiónEn Prato, Mateo permanece sentado en una cómoda silla en la terraza frente a la piscina, con la vista clavada en el campo. El silencio, los días pasar sin novedades y los recuerdos de una mejor época es su manera de vivir ahora, un suspiro ocasional acompañado de una lágrima le recuerdan lo mucho que duele la ausencia de los dos.
Por las noches, los sueños lo atormentan con Vania caminando por aquel campo con una enorme panza o con un bello niño de la mano.
Su hijo o hija estaría a punto de cumplir tres años, pero él hizo que simplemente se le escapara la vida antes ver el mundo siquiera. Y ese no era su peor pecado.
—Señor, es hora de la cena —la mujer se acerca a él para ayudarle a caminar al interior de la casa sacándolo de sus pensamientos, Mateo dedica una última mirada a aquel árbol que ella amaba usar de sombra para leer y ent







