Capítulo 41: La verdad ante sus ojos.
Los días pasaron, Vania se sentía mucho más animada, tranquila, estar rodeada de su familia la tenía mirando al futuro de una manera diferente, con altas expectativas de lo que iba a ocurrir con su vida de allí en adelante.
Ulises ese día le pide que lo acompañe a una cafetería, aprovechando que Alina había ido con Alida a ver un nuevo espacio para su tienda. Los dos caminan tomados de la mano, pero a ratos ella se cuelga de su brazo y Ulises le da suaves besos en su cabeza.
—Siempre quise una hermana, no puedo creer que eligiera a la que sí lo era —se ríe él, mientras abre la puerta del restaurante para que pase Vania.
Eligen un lugar cerca de la ventana, el mesero se acerca a tomarles el pedido, Vania elige un enrome vaso de chocolate frío con crema, Ulises elige un capuchino y galletas de menta. A ratos ellos se ríen, Ulises le toma la mano y se la aprieta, porque sabe el enorme esfuerzo que está haciendo su hermana para salir adelante.
Así es como los consigue Mateo, quien entra a