El mismo Mateo se encarga de llevar a Vania al banco, a que compre las cosas que le harán falta para la universidad y también a reunirse con Alina en un café por la tarde, porque hay muchas cosas que quiere hablar con su amiga, una de ellas es que está con él por propia voluntad.
Vania mira a la calle, esperando a su amiga, mientras Mateo le toma la mano para tranquilizarla.
—¿Crees que haga un escándalo?
—No, ella no es así, pero sí se molestará… aunque la entiendo, no lo pasé bien durante mucho tiempo —se mira las manos y suspira—. Lo menos que puede pasar es que me mate.
—Estoy aquí, no pasará nada —le dice Mateo con ternura y le da un suave beso en los labios.
—¿Y él estará aquí? —se oye la voz áspera de Alina, los dos se separan y Vania se pone de pie