Capítulo 13
El salón principal brillaba con luces cálidas, risas y el sonido de copas chocando. Elliot estaba en el centro de todo, pero su mente estaba lejos de la celebración. La noche había sido planeada para sellar acuerdos y reforzar alianzas, pero él solo podía pensar en dos cosas: Claude y Amaris.
Claude había llegado hacía apenas unos minutos, acompañado de su compañera —una loba alta, de cabello oscuro y sonrisa vacía— y su beta. Elliot los observaba desde su lugar junto a Silvana, con el ceño apenas fruncido y la mandíbula tensa. Su instinto le decía que aquella visita no era un gesto de paz. Era otra cosa. Algo se ocultaba tras esa falsa sonrisa que Claude ofrecía a todos.
—Deja de observarlo así —susurró Silvana, rozándole el brazo con dulzura—. Vas a hacer que se sienta incómodo.
Elliot apenas la miró.
—Eso sería lo menos que me preocuparía —respondió en voz baja.
—Elliot… —insistió ella, bajando el tono—. Esta noche es importante. No lo arruines.
El alfa respiró hondo,