Ciudad Chyl, una de las tres ciudades principales en torno a Ciudad Imperial, estaba a la altura de Ciudad Jany.
En el interior de una gran habitación, las pestañas de Katherine se agitaron ligeramente, y luego abrió sus cautivadores ojos, que poseían una cualidad de otro mundo.
Su hermosa melena rubia enmarcaba su encantador rostro, que tenía un matiz sonrosado.
Moviendo ligeramente el cuerpo, Katherine se sintió a gusto en la antigua cama de madera.
Tras dos meses de inconsciencia, la tenue luz la incomodó. Entrecerró los ojos y levantó la mano para protegerse los ojos, examinando claramente sus manos.
Al instante, Katherine recobró el sentido y se preguntó: —¿Dónde estoy?
—¿Estás despierta? —Sonó una voz extraña y fría.
Katherine miró a un lado, donde un hombre caminaba hacia ella. A la luz del sol, vio sus rasgos faciales afilados y cincelados y quedó impresionada por su impresionante atractivo.
Katherine estaba un poco aturdida e instintivamente retrocedió. Con los nervios a flor