—Entonces, ¿qué quieres decirme con todo esto? —preguntó Héctor, frunciendo el ceño—. ¿Que no podemos confiar en que los Ross se mantendrán al margen, incluso con Richard interviniendo?
James se tomó un momento antes de responder, su mirada fija en Héctor.
—Lo que quiero decir —dijo lentamente—, es que Anthony no es el único con poder en esta familia. Si alguien más descubre lo que hizo Katherine y que espera un hijo suyo... no habrá marcha atrás. La familia Ross no dudará en tomar venganza, y ninguno de nosotros podrá detenerlos.
Héctor, sintiendo el peso de las palabras de James, comprendió que la situación era aún más delicada de lo que había pensado. La obsesión de Anthony por Katherine no solo la mantenía atrapada en un matrimonio infernal, sino que la exponía a un peligro constante, no solo de Anthony, sino del resto de la familia Ross.
—Entonces, debemos actuar rápido —dijo Héctor, la determinación aflorando en su voz—. Antes de que sea demasiado tarde.
James asintió en silenci