51. Lo sabe quién no debe
Soledad Reyes no estaba en sus planes, es lo que piensa Rafael. No le agrada la idea de tener a esa mujer en su casa.
Necesita a alguien en México.
Le molestó haber oído la orden de un jet privado exclusivamente para Soledad. Lo único que ordenó fue que se encargaran de colocarla en los asientos de primera clase.
Matías se cae cuando da un paso hacia atrás, entretenido con sus juguetes. Rafael da un vistazo al reloj antes de acercarse al niño y cargarlo.
—¿Qué es eso que tienes en tus manos? —Rafael señala el avión favorito de Matías.
El bebé señala una y otra vez, haciéndolo volar como siempre ha hecho, respondiendo a la pregunta con simples gestos. Rafael disfruta cada día la compañía de Matías. Es un niño inteligente.
Prefiere recibir a Soledad en la oficina. El vuelo había sido pospuesto para un par de horas más desde Mérida a Nueva York. Pero no contaba con que la vería tan rápido.
A Matías lo deja en el suelo otra vez, entregándole una galleta con textura suave par