Ana es una chica de 17 años a punto de entrelazarse con su ser espiritual, su loba interior. Pero, en cuanto se encuentran, la tragedia baña de sangre su vida, todo por manos del alfa de su manada, el alfa Casius. Levy está muy ilusionado, ha logrado convertir en Luna a su amor de toda la vida, su amada Violeta, sin importarle la advertencia de la sabia del pueblo. Pronto se ve envuelto en una mar de dolor por culpa de sus decisiones y la maldición que lo persigue. Ana y Levy están marcados por su pasado, quienes solo ven una posibilidad para su futuro, sin siquiera prestarle atención a sus instintos, a pesar de la atracción que sienten el uno por el otro. Pero el destino les mostrará que él no se equivoca y que a pesar de ambos tratan de alejarse del camino él buscará la manera de que vuelvan a él, envueltos en llamas por la pasión que sienten el uno por el otro. ¿Podrán escapar a su destino? ¿O simplemente, se dejarán arrastrar por su pasado? Y mientras lo descubren, un amor que quema sus corazones, los une y separa constantemente, a tal punto de que no pueden vivir el uno sin el otro, en una relación tan excitante como embriagadora.
Leer más~~~Levy.Sé que estoy haciendo mal, después de todo, es ella quien merece ser mimada en este momento, en cambio, estoy fingiendo que estoy más ebrio de lo que en realidad me encuentro, solamente para que Ana se quede a mi lado, vigilándome, mientras estoy acostado en mi cama.Mientras ella está sentada en una silla frente a mí, incómoda.Así que espero un momento, en el cual ella se duerme completamente y la introduzco en la cama, y yo me levanto para darme un regaderazo rápido y eliminar cualquier vestigio de borrachera que tenga.Ahora soy yo quien vigila su sueño y no, no pretendo acostarme a su lado, que le repugne mi presencia y me odie más de lo que siente justo ahora.Tengo miedo de que se quiera volver a ir.No sé lo que haré si decide dejarme, haya firmado un contrato o no.Sé que puedo obligarla, recordándole lo que ella misma firmó.Y, sin embargo, quisiera que ella se quedara por su propia voluntad.Todo esto ha sido un completo desastre y no tengo la menor idea de cómo r
~~~Levy.―Y bien, ¿cómo se encuentra? ―le pido saber al doctor que mandé a la habitación de Ana, en cuanto llegamos a la casa de la manada― ¿y cómo está el bebé? ―le solicito y él respira profundo.―Pues, a pesar de lo angustiada que está, se encuentra muy bien―me responde y ahora vuelvo a respirar aliviado―pero no le tengo que decir que esta clase de sobresaltos no son buenos para ella o el niño―me reitera y yo trago en seco―le he dado unos cuantos sedantes, para que descanse y, mi alfa, por favor, no la moleste―me pide y mueve su cabeza de lado a lado―trate de darle la tranquilidad que necesita toda mujer en su condición―insiste y yo asiento con la cabeza.―Le aseguro que procuraré que esté cómoda y tranquila―le respondo y él me hace un ademán y se retira de mi despacho.Entonces, estoy tratando de pensar en cómo haré para contarle la verdad, sin que esto le afecte.Creo que voy a esperar un par de días, hasta que ella se sienta mejor.~~~Un día después.Ana.He estado evitando qu
~~~Ana.Mis pasos me llevan hasta el límite del bosque, justo por donde pasa la carretera humana, la que me puede llevar al primer pueblo que encuentre, la cual sigo con sigilo, no vaya a ser de que alguien de la manada Sombra Oscura me encuentre.Entonces, me río a carcajadas.Porque estoy segura de que nadie me debe estar buscando, ahora que Levy se ha reencontrado con su amada Violeta.No, porque ahora ellos deben estar muy felices y me imagino que ambos se encuentran en frente del altar justo ahora, con ella reemplazándome en el papel de la novia, la mujer que se une al alfa y que es distinguida como su Luna con la marca.Tal y como debía hacer conmigo.O lo que debieron ser ellos, desde mucho antes de que yo existiera en la vida del alfa.Él dolor ahora cala en lo más profundo de mi corazón ante la imagen, algo que me revuelve el estómago, solo de pensar que él le regale todas esas caricias que eran mías, aunque fueran por medio de un contrato."¡Que les vaya bien!", me digo, co
~~~Ana.En cuanto salgo de aquel salón comienzo a quitarme como sea todas aquellas cosas que me están estorbando, el velo, la enorme cola de mi vestido, los zapatos de tacón y todas las partes de mi atuendo que me impiden correr como una loca hasta la salida de la manada.Hasta ese ramo de novia que me han conseguido, como si fuera un elemento obligatorio que debe tener toda novia, sin importarles lo soso que se ve.No, no pienso quedarme un minuto más aquí.Sé lo que esa mujer ha venido a hacer en mitad de mi ceremonia de unión.Reclamar lo que es suyo.A Levy.No, no tendré un minuto más de humillación, en medio de mi propia ceremonia, con todas aquellas personas que murmuran y se burlan de mí.No me quedaré a ver cómo Levy me deja, ya que ha vuelto su gran amor, después de todo, ya lo tenía bien claro.Él tuvo que ser forzado a estar a mi lado en el altar, y ahora que la verdadera dueña de su corazón ha regresado a tomar su sitio, le ahorraré a todos el momento incómodo.No, mejor
~~~Ana.En cuanto veo a la persona que está en el pasillo principal de la ceremonia, el mundo se me cae encima.― ¿Se encuentra bien, señorita? ―dice el sumo sacerdote, pero yo no puedo ni contestarle, de lo perpleja que me siento.La misma sonrisa de aquella única foto en blanco y negro que permanece con Levy siempre, el mismo cabello ondulado que Levy tocaba en la foto.No hay duda de quien se trata.Es Violeta, el amor de Levy.La razón por la cual él no quiere unirse a mí, y que ha tenido que ser forzado para encontrarse conmigo en el altar.Ella mira al alfa directamente, sonriéndole, como supongo que siempre hará cada vez que lo ve.Y por instinto miro a mi lado a Levy, quien tiene la misma cara de perplejidad que yo.De seguro que no se esperaba que ella se presentara en esta ceremonia.Incluso, yo tampoco.No pensaba conocerla en estas circunstancias, en el momento que se supone que es el más importante para una novia.― ¿Ana? ―me dice ahora el sacerdote, quien se encuentra a
~~~Ana.He estado esperando a Leandra por mucho tiempo, puesto a que me dijo que me ayudaría a arreglarme para la ceremonia, sin embargo, no se ha presentado, luego de que me dijo que tenía que atender unos asuntos pendientes con el sastre.Así que empecé a arreglarme yo sola, ya que se está haciendo tarde para la ceremonia de unión.No, tampoco quiero que esto se demore y mucho menos que sea mi causa.Pero me he vuelto un desastre, intentando arreglar mi propio cabello, pero nada da resultado.Así que estoy resignada a ir a la ceremonia con mi peinado usual, esperando no ser la comidilla de la manada, por verme igual que todos los días.Si mi madre o mi abuela estuvieran aquí… pero no, para qué recordar que, si no fuera por Casius, mi madre y mi abuela se hubieran preocupado por cada detalle de mi ceremonia, el lugar de la recepción, los manteles, los manjares, los invitados, los recordatorios.Todas estuviéramos riendo por mi felicidad futura, mientras me arreglarían el cabello y e
~~~Levy.―Hemos ido a buscar al sastre oficial para que lo interrogue, tal y como me ha pedido, mi alfa―me indica Ezra, en cuanto entra a mi habitación, en donde me estoy arreglando para la ceremonia de unión, luego de ir a comprar personalmente los anillos que unirán la vida de Ana y la mía―sin embargo, no lo hemos encontrado―señala y me sorprendo por la respuesta.― ¿Y has averiguado hacia dónde fue? ―le pido saber, preocupado.En cuanto Ana me ha confesado lo que le dijeron en la sastrería referente al vestido, he estado intranquilo.No quise ir a interrogarlo directamente, en cambio, he mandado a buscarlo esta mañana, para que me aclare por qué se le ocurrió darle el traje de Violeta en primer lugar.Porque, y a pesar de que no quiero que Ana use ese vestido para nuestra unión, tampoco quiero que ella sospeche el motivo.Ya lo había decidido.Si sobrevive a nuestra unión esta tarde, le diré toda la verdad, aunque luego no quiera saber de mí.Porque le he mentido, ya que he puesto
~~~Ana.No pude dormir en toda la noche pensando en la confesión de Levy referente a quién pertenecía realmente el vestido.A Violeta.Tantas preguntas que rondan en mi mente.¿Por qué alguien se le ocurriría darme el vestido del verdadero amor de Levy?¿Por qué Violeta no tiene su vestido con ella?¿Por qué no lo usó, es decir, por qué no se unió a Levy?Porque es verdad, si ellos dos se hubieran unido, Levy no me tendría como una concubina en secreto, para engendrar a su hijo.Porque ella sería su Luna y Levy no tendría que soportar mi presencia."¿Sigues atormentándote?”, me reprende Ateba ahora, fastidiándome, como si no tuviera suficiente conmigo misma, “quien sufrirá todas las consecuencias será el pequeño que llevas en tu vientre", insiste con su perorata.Pero es que no puedo evitarlo.Ella no me entiende, que estoy cansada de que todo este tema de Violeta me persiga, como si fuera una sombra acechante a cada instante que paso en esta manada.Un lugar al que no pertenezco, en
~~~Levy.Estoy mirando el vestido de novia, como si el fantasma de su antigua dueña estuviera advirtiendo un mal presagio.―Es el vestido que han escogido para mí en la modistería, mi alfa―me contesta, mientras que yo sigo perplejo, sin poder salir aún de mi asombro.Y ahora me estoy preguntando quién pudo haberme hecho esta mala broma.O quien le habrá hecho a Ana esta pésima jugada.Una pobre víctima en este tema.Entiendo que a ella le haya podido gustar, porque no es un vestido cualquiera, tan lleno de detalles, el mejor de todos los que ha podido hacer nuestro sastre oficial o eso es lo que dijo mucha gente hace tres años.Es el traje que usó Violeta.―No deberías usar ese vestido, precisamente―le sugiero, tratando de que no note la razón real―no, no debes usar ese vestido―le indico esta vez con más autoridad―Pero, mi señor, ¿de dónde sacaré otro vestido de bodas a estas alturas―señala contrariada―tan solo faltan unas cuantas horas para la ceremonia―me recuerda angustiada.―Es