En ese momento el dolor que había estado sintiendo desde el momento exacto que cayó al piso debido al golpe de Fred, solo se volvió mayor.
En cierto punto, lo único que pudo hacer fue doblarse por la mitad mientras le llevaba las manos al vientre intentando mitigarlo al menos un poco. Se sentía profundamente aterrada por lo que le estaba sucediendo y lo estuvo aún más cuando vio aparecer un hilo de sangre por una de sus piernas.
Al ver eso sintió como su corazón se rompía en mil pedazos, estaba perdiendo a su hijo. La sola idea le destrozaba por dentro, haciéndole llorar con más fuerza. Solo podía ver como la sangre continuaba fluyendo y su dolor se volvía mayor, él estaba muriendo y sentía que no podía hacer nada para evitarlo.
Entonces de pronto la puerta de la habitación se abrió. La verdad es que creyó que se trataba de Thomas, que había ido tras ella preocupado al menos mínimamente después de lo que había sucedido.
De ser el caso habría estado dispuesta a escucharle, a tratar