Cuando Thomas llego a ella, se dio cuenta de que estaba completamente inconsciente. Tenia una ligera marca roja en la sien, sin duda donde había recibido el golpe.
—Catherine —la llamo, tratando de despertarla.
Infortunadamente eso no funciono y es que el golpe fue demasiado fuerte. La tomo entonces en sus brazos para levantarla del piso, colocando su cabeza en su hombro con cuidado.
Estaba por mecharse, cuando volteo a ver a John con furia.
—Mantente alejado de nosotros de ahora en adelante, no quiero volver a verte en esta casa jamás —le ordeno.
John entonces comenzó a ponerse de pie con lentitud, mientras se limpiaba la gota de sangre que corrían por un costado de sus labios.
—No dejare que me vuelvas a amenazar o a manipular de ningún modo. Crees que tienes el poder para manejarme a tu antojo, pero te equivocas; no sabes quié