Mundo de ficçãoIniciar sessãoHarriet tenía un mal presentimiento con eso, el hecho de estar sola con un hombre no solo estaba mal visto; sino que era incorrecto. La sola idea de ir a la habitación de uno le resultaba impensable, pero no tenía otra opción.
Se armo pues de valor y lo siguió. Al entrar se dio cuenta de que en efecto se trataba de una habitación y eso solo le hizo sentir peor, mas preocupada. Al voltear a su alrededor no lo vio por ningún sitio, fue de ese modo hasta que sintió como la puerta se cerraba con un tanto de fuerza a sus espaldas.
Al voltear con rapidez lo vio ahí parado, obstruyendo la puerta por completo y en su rostro había una sonrisa de satisfacción que le asusto hasta lo más profundo. Sabia que de desearlo no podría salir de ahí, no habría nadie que le ayudara y eso le hacía sentir indefensa, lo cual odiaba.
—Siento mucho







