El trayecto estuvo lleno de emociones y temor para Catherine. Le asustaba que su padre hubiera podido llegar antes que ella y es que no podía permitir que eso sucediera. Necesitaba poner a Harriet a buen resguardo lo antes posible, pues solo de ese modo podría garantizar su seguridad.
Por fortuna, la casa de campo se encontraba solo a las afueras de Londres; por lo que llego en apenas un par de horas.
Una vez arribo le pidió al conductor que detuviera el carruaje lejos de la casa y que lo ocultara; además claro de que se mantuviera preparado para el momento de su partida. Necesitaba que estuviera listo para irse con rapidez de ser necesario y es que probablemente les hiciera falta huir.
Con cuidado logro entrar a la casa por la parte trasera y se escabullo hasta las habitaciones, probando casa una de las puertas hasta que encontró una cerrada. Aquello llamo a su atención, así que intento abrirla de nuevo; pero resulto en vano.
—¿Hay alguien ahí? —escucho como de pronto alguien hab