Catherine apenas podía creer lo que estaba escuchando, que se atreviera a sugerir algo como eso. 

 —No, no es Charles. ¿Por qué es que piensas algo como eso? —deseo entender, sintiéndose herida por sus palabras. 

 —Se que han estado intercambiando correspondencia, sé que algo pasa entre ustedes —revelo. 

 —Y de todo lo que pudiste pensar al respecto, decidiste creer lo peor —le dijo con visible dolor por ese hecho. 

 —Si no es él, ¿entonces quién? —le pregunto, desesperado porque le dijera la verdad. 

 —Nadie que te interese —le aseguro, pues necesitaba que dejara el tema por la paz de una buena vez. 

 —Claro que me interese, continúo siendo tu esposo —le recordó.

 —No por mucho tiempo —respondió, i