En la oficina de Gerencia General de Wolf Company:
—Señor Emmett, tiene una visita, alguien quiere verlo — la secretaria informó al viejo Wolf para que la recibiera.
— ¿Es alguien importante?, ¡Estoy muy ocupado para perder el tiempo con tonterías! — escupió de forma desagradable —. No estoy para nadie que no merezca mi tiempo.
La secretaria temió molestarlo, le conocía el geniecito de los mil diablos a su jefe, pero afuera tenía a este tipo con mal aspecto que insistía en que lo dejara hablar con el viejo Wolf.
— Es muy insistente, señor — ella continuó con cuidado — Dijo que se apellida Vargas, que se lo dijera a usted para que supiera que es importante.
Al escuchar el apellido del visitante, Emmett Wolf levantó la mirada felina y peligrosa.
— ¿Vargas, dices?
—