Astrid cortó la llamada e Isabella dejó caer el móvil al suelo, imposibilitada de decir una sola palabra.
James la tomó por la cintura con cuidado y la llevó hasta el sillón para ayudarla a sentarse.
— James…
— Tranquila, amor, ¡Lo rescataremos!
— Lo tienen secuestrado, James, ¡Tienen a mi bebé!
— Isa…
— James, ¿Qué vamos a hacer?
Mientras esto sucedía, Mikel Wolf entraba dando gritos y puñetazos a los guardias de seguridad que le impedían entrar a las oficinas de presidencia.
— ¡Déjenme pasar! ¡Tengo que hablar con James! ¡Que me dejen pasar, les digo! — los gritos se escuchaban claramente desde la oficina de Isabella.
— ¿Es Mikel? ¡Pero qué diablos! ¿Cómo se atreve a presentarse aquí! — James bufó y se levantó para impedirle pasar a Ver a Isabella.
— ¿Qué haces aquí? ¿Cómo te atreves? — James se le fue encima asestándole un puñetazo justo en la cara, muy cerca de donde Emmett le había partido el labio.
— ¡Ah! — Mikel chilló — ¡Basta, James, es grave lo que tengo que decirte!
— No de