Luego de que Mikel sacara sus cuentas, hubo un momento tenso de cruce de miradas mientras el temor sobrecogía a Isabella, que comenzaba a frotarse las manos sin saber qué hacer.
—Creo que lo primero es que nos calmemos todos — James dijo volviendo a sentarse junto a su amada —. Pensemos… Mikel, ¿Sabes de algún lugar en donde Astrid podría haber llevado al niño?
Mikel se levantó y caminó como animal enjaulado por toda la oficina, pensando.
— Creo que sí, es posible…
— ¿En dónde? — Isabella preguntó ansiosa.
— ¿Recuerdas ese terreno en donde está la cabaña abandonada que heredó de su familia? Creo que fuimos ahí una vez cuando estábamos en la universidad.
Isabella asintió con lentitud.
— Hace muchos años que no vamos allá, esa cabaña ha estado sola desde…
— Desde antes de que Maty naciera, fuimos allá antes de nuestra boda. Astrid dijo que sería divertido hacer cosas de amigos antes de que nos casáramos, porque después…
— Después ella quedaría fuera, sí, lo recuerdo… — Dijo avergonzado