— Isabella, ¿Qué fue lo que dijiste? — James no lo podía creer.
La mujer abrió los ojos sin haberse dado cuenta de que oraba en voz alta.
— No puedo creer que digas que abandonarás la idea de recobrar a tu hijo, ¿En verdad crees que No mereces recuperarlo? — él estaba visiblemente molesto — Te prohíbo que vuelvas a pensar si quiera en eso, Mikel vivirá, ya pregunté y los médicos dicen que no fue nada serio, solo se desmayó debido a la pérdida de sangre, es algo normal en estos casos, está completamente fuera de peligro, así que actúa como víctima, ya te lo dije, no te perderé solo porque estás pasando por una crisis nerviosa.
La mujer inspiró profundamente y tomó las manos de James entre las suyas.
— Gracias… — dijo en un susurro — Pro todo, James…