43. Este no es el camino a casa
“Mia Bennett”
El mundo da vueltas, pero su voz logra encontrarme a pesar de todo. Ethan está aquí. “¿Por qué está aquí?”
—Respira hondo, Mia —me dice, y entonces me doy cuenta de que realmente está aquí—. Ahora suelta el aire, despacio.
Intento seguirle el paso, pero no es fácil. Mis pulmones se resisten, y el pánico amenaza con apoderarse de mí otra vez.
—Vamos a intentarlo de nuevo —insiste, y siento cómo sus dedos aprietan los míos con suavidad—. Respira conmigo.
Me concentro en su rostro, en las arrugas de preocupación que surcan su frente, en la manera en que sus ojos no se apartan de los míos. Cualquier cosa que me saque del torbellino que se ha desatado en mi cabeza.
—Uno… —cuenta, y trato de inhalar al mismo tiempo que él—. Dos… tres…
Mantengo mis ojos fijos en los suyos e intento de nuevo, esta vez poniendo más de mí. Inspiro con dificultad y, aunque no es perfecto, algo dentro de mí responde.
—Ahora suelta, despacio —me guía Ethan, con una voz sorprendentemente cálid