Punto de vista de Rebel
Fieles a sus palabras, estaba en grandes problemas cuando me llevaron a casa. ¿Me resistí? Para nada. Podría haberlo hecho fácilmente, pero estaba agotada y, aunque no quiera admitirlo, todavía estoy sanando. Así que estar atada a la cama era increíble.
Aunque estuviera desnuda y con las extremidades extendidas, ya se entiende la idea. Lo único que faltaba era la colcha y tenerlos a los dos a mi lado. También habían restringido mi vista y mi corazón latía salvajemente en mi pecho con anticipación.
Estos dos son como lobos alfa hambrientos observando a su presa. ¿O me habrán dejado así?
—Eh, chicos, ¿dónde están? —digo escuchando. No oigo nada cuando de repente me sobresalto al sentir algo suave en mi tobillo. ¿Es eso... una pluma? Hace cosquillas. Me muerdo la lengua, pero no puedo evitar soltar una risita. Soy muy cosquillosa en los tobillos, así que estallo en carcajadas cuando una palmada aterriza en mi muslo interno y vuelvo a sobresaltarme.
—¿Quién dijo que