Punto de vista de Rebel
La había cagado, pero a lo grande.
Crecer en una familia tan numerosa como la mía, fue difícil. Esperaban demasiado de mí: ser la perfecta princesita del mundo de los moteros y la mafia. Ser un buen ejemplo para mi hermana pequeña y mi hermano. Sacar notas perfectas, llevar ropa perfecta, cabello perfecto, todo perfecto. ¿Pero alguien me preguntó alguna vez qué quería yo? No, ni de coña.
Así que, fiel a mi nombre, me rebelé.
No es que fuera una malcriada ni nada. Vale, eso era mentira, sí lo era. Algunos verían lo que hice como una forma de llamar la atención, una pataleta. Pero fue mucho más que eso.
Déjenme llevarlos unos años atrás y quizás entiendan de dónde vengo y cómo acabé en este desastre en el que estaba metida.
Tuve una buena infancia temprana; era querida, incluso adorada. Tenía todo el amor y la atención que una niña pequeña podría desear. No estaba diciendo que después dejaran de quererme, porque no fue así. Cuando mamá tuvo a Luna Cielo, ayudé lo