“¿Dónde nos quieres, malyshka?” Preguntó él, todos nos quedamos mirando.
“Tú sabes dónde necesito que estén tus hombres y tú. Ryder, déjame presentarte a mi esposo, Ivar ‘El Oso’ Petrov. Él es el jefe de la Bratva”. Lo presentó Alessa, él giró la cabeza hacia mí, asentí y él correspondió con un gesto.
“Bien, parece que tenemos suficiente gente para atraparlos”. Dije mientras Ángel se acercaba a mí.
“Voy contigo, no puedo quedarme atrás”. Me indicó, abrí la boca para responder, pero sus dedos se posaron sobre mis labios, deteniéndome.
“Seré cuidadosa, lo prometo”. Susurró, y vi las lágrimas contenidas en sus ojos.
Teagan se acercó a ella junto con mi madre y La madre de las venganzas, que se mantuvieron firmes detrás. Alessa tomó la mano de Ángel y la apretó.
“Está bien, puedes venir, pero te quedas atrás. Nosotros la sacaremos, ¿vale?” Establecí, a lo que ella asintió.
“Muy bien, quiero que los Viper restantes sean capturados y eliminados. Solomon, ustedes irán por ellos. En cuanto a