Después de tanto tiempo sin intimar con nadie, el resultado de haberse dejado llevar fue inevitable: durmió hasta las diez de la mañana del día siguiente. Cuando por fin llegó al set de filmación, ya eran casi las once.
Miguel la vio y le preguntó con preocupación:
—¿No que te sentías mal? ¿Por qué no te quedaste a descansar?
Regina no entendía nada. Miguel le explicó:
—Valeria vino en la mañana y le avisó al director que no vendrías. Ya casi todo tu trabajo de vestuario y maquillaje para las escenas de hoy estaba listo, y no creo que necesitemos hacer cambios de último momento. Mejor vete a descansar.
—Estoy bien, no es nada.
Para Miguel, una niña rica como Regina solo estaba en el set para vivir la experiencia. La había buscado únicamente por la publicidad y el interés que generaba, además de que su estatus social le daba prestigio a la producción. Lo último que quería era que ella tuviera algún problema durante la filmación.
A juzgar por su cara, no parecía enferma, pero esa mujer e