—Claro, yo te acompaño.
Andrea estaba más que dispuesta a salir de viaje con Regina.
—¿Y a dónde quieres ir? ¿Aquí cerca o a otro país?
—Todavía no lo sé.
—Bueno, tú ve viendo a dónde, y yo arreglo mis pendientes para escaparnos unos días.
Regina apenas murmuró un "sí".
Sin embargo, al final Andrea no pudo encontrar el tiempo. Un proyecto en el que había firmado de último momento adelantó su fecha de inicio y tenía que estar presente en el rodaje, así que le propuso a Regina que Verónica la acompañara.
Pero se negó.
Una mañana soleada y despejada, tras avisarle a doña Rosa, arrastró su maleta y se fue.
***
Gabriel había asumido que, al mudarse, Regina regresaría a vivir ahí.
Un día, finalmente recibió la llamada que esperaba de la administración del edificio, pero era para preguntarle si había vendido el departamento, pues los nuevos propietarios querían registrar su información.
Gabriel confirmó de inmediato, pero cuando escuchó que se trataba de una pareja de mediana edad, perdió la