La filmación nocturna se extendió hasta pasadas las nueve.
Regina y Ana comieron algo rápido en la calle antes de volver al hotel. Como los dos protagonistas no habían ido a la locación, el rodaje se había atrasado un día entero. El director les avisó que al día siguiente tendrían que recuperar el tiempo perdido, así que debían llegar temprano.
En cuanto regresó a su habitación, Regina tomó su ropa para bañarse, con la intención de descansar temprano.
Su celular vibró.
Pensó que era una llamada de Gabriel y dejó la ropa sobre la cama para contestar. Sin embargo, al ver la pantalla, se dio cuenta de que era Leo. Dudó un momento antes de aceptar la llamada.
—¿Qué pasó?
Desde la conversación con Sebastián el día anterior, por fin entendía por qué Leo se había portado tan amable con ella. Ahora, hablarle le resultaba bastante incómodo.
—¿Estás en el hotel?
—Sí, en mi cuarto.
—Entonces sube ahora. Piso veintidós. Te espero junto al elevador.
Regina quiso preguntar para qué, pero sabía que S