Varios colegas charlaban en grupo y, cuando se les acabó el tema de conversación, se pusieron a revisar sus celulares.
De repente, una de ellas llamó a Regina, emocionada.
—¡Regi, Sebastián Rivas le dio like a tu publicación!
Ella todavía estaba pensando en el regreso de Mónica Morales, así que tardó un momento en reaccionar.
—¿Qué?
—¡Sebastián Rivas! ¡Mujer! ¿No es tu ídolo? Le dio like a tu publicación en Twitter. ¡Métete a ver, ya hasta eres tendencia!
Tardó casi un minuto en procesarlo; sintió que el corazón se le aceleraba de golpe. Rápidamente abrió Twitter y vio que la cuenta verificada de Sebastián Rivas le había dado like a sus bocetos. Y no solo a uno, sino a más de diez, uno tras otro.
Le temblaban los dedos. Incluso entró al perfil de Sebastián para asegurarse de que no era una cuenta falsa. Tenía más de setenta millones de seguidores.
—¿No le habrán hackeado la cuenta?
—No creo. Acaba de publicar algo. Si la cuenta estuviera hackeada, ya te hubieran quitado los likes, ¿no?