(Maratón 1/9)
«Contraté suficiente seguridad para que estés bien durante este tiempo que estaré fuera de casa, dejé absolutamente todo a tu disposición, no hace falta que salgas de la mansión hasta que yo vuelva, las cosas están jodidas y no quiero verte en peligro nuevamente.
Cualquier cosa que necesites puedes pedírsela a Boruslav, es el nuevo jefe de seguridad que acabo de contratar para que esté al pendiente de tí y cuide todos tus pasos.
Sí todo sale bien con los mexicanos, volveré en dos semanas.
A.V»
Leí todo en voz baja y no sé qué me sorprendió más, si su fría y monótona despedida o el hecho de que me haya prohibido salir de casa en su ausencia.
—¿No dejó nada más? —le pregunté a María, quién me miraba desde una distancia considerable, y negó.
—No, según Faddei eso fue lo único que te dejó dicho, pues llamaría diariamente para saber cómo está todo por acá —respondió mirándome con pena.
Suspiré y me puse de pie.
—Entonces se fue por un viaje de negocios y no por