Dasha Petrov
(Maratón 1/6)
Mi estómago rugió en cuanto el exquisito olor de la sopa que estaba haciendo María entró por mis fosas nasales.
Sin poder evitarlo, eché un vistazo a la cocina a ver si ya estaba lista, sabiendo que no era así pues desde que habíamos llegado María me había dicho que aún le faltaba hervir un poco.
Decidí no preguntarle nada y tratar de concentrarme en otra cosa que no fuese la comida, pero se me hizo casi imposible, por lo que decidí preguntar otra cosa.
—¿Ahora sí me vas a decir quién es Eleggua, María? —le pregunté con interés.
—Ah, sí, se me había olvidado —dijo al escucharme y reí.
—Definitivamente los años no pasan en vano —bromeé y ella rió por mi comentario.
—Ja, ya te veré en unos años, niña —se burló nuevamente y sacó del bolsillo trasero de su pantalón su pequeño teléfono y buscó hasta que me mostró la foto y pude apreciarla detalladamente.
En la misma se encontraba un niño moreno, pequeño y vestido de color rojo y negro. Sonreí al ver