Capítulo 170 —El Diablo piso tierra firme
Narrador:
La suite era amplia, impecable, con una distribución pensada para el confort sin perder elegancia. Una cama matrimonial en el centro del área principal, y al fondo, un dormitorio separado con dos camas individuales, ideal para los gemelos.
Aylin llevó a los niños directo al baño. El agua tibia y el aroma del jabón suave parecieron calmar sus cuerpecitos tensos. Les habló con voz serena mientras los bañaba, usando las toallas esponjosas del hotel y la ropa que la madre de los pequeños había dejado en sus mochilas. Prendas limpias, dobladas con esmero. Como si hubiera presentido que esto iba a pasar. Pidio algo de comer y comieron en silencio, cansados, sin soltarle la mano. No preguntaron más por sus padres. Tal vez porque no se animaban, tal vez porque intuían la respuesta.
Cuando terminó de acostarlos en el cuarto que les asignaron, los niños se durmieron casi de inmediato. Uno de ellos aún sostenía el peluche que Ignacio había logra