Punto de vista de Bella
Habían pasado días... semanas... meses desde el nacimiento de mi querido Miles. Por desgracia, era la tercera vez que me perdía el cumpleaños de Rose, y estaba segura de que Sarah, la señora que la tenía bajo su custodia, no sabía cuándo era el cumpleaños de Rose. Mi hija ya tenía tres años y un hermano que aún no conocía.
Aun así, no podía permitirme pensar demasiado en ello. No después de las advertencias que Sarah me había lanzado.
De vuelta a casa desde la sede de mi empresa, me quedé atrapada en el tráfico del bulevar. Gente cruzando cuando no debía. Suspiré, bajando un poco el aire acondicionado al llegar al semáforo en rojo y el coche aminoró la marcha.
Mi teléfono vibró por Bluetooth. Lo miré y era Bri, mi amiga más antigua y más cercana. Éramos amigas antes de casarme con Eric, y seguimos siéndolo desde entonces. Pero nunca le mencioné nada de Rose. ¡Qué momento tan oportuno!, pensé.
"Hola, Bri", dije.
"¡Hola, Bella!", resonó su voz alegre y musical en