Victoria notó que el joven Peter era muy bueno para el manejo de los computadores, software y demás; él podría ser la persona que ella necesitaba para que borrara sus archivos de los teléfonos de Ray y Erick. Y, ¿por qué no?, de la web.
Lo llamó a su oficina, a solas, y le hizo la propuesta de ayudarla con ese asunto. Peter aceptó encantado; debía intervenir las computadoras personales y extraer toda la información con la que estaban extorsionando a Victoria, también de vía digital. Pero, además, había que borrar la información de sus teléfonos móviles, puesto que desde allí ellos manejaban todo a su antojo.
¿Pero cómo harían para entrar a las oficinas de ellos para sacar información de sus computadoras y también de los teléfonos móviles? Había que hacer algo y debía ser pronto. Eso pensaba Victoria.
Mientras tanto, Peter comenzó a trabajar; intentó hasta que logró hackear las computadoras de este par de delincuentes abusadores. Al entrar, se encontró con horrores: tenían fotos de muc