Victoria se fue a la habitación enojada y con hambre; qué desperdicio el sándwich que fue a parar al piso cuando Andrés la levantó justo para colocarla donde él quería y.… donde ella también deseaba.
Tenía tanta hambre, pero no quería volver a la cocina y encontrarse con alguien de la familia y volver a discutir por las niñas o por su relación con Daniel.
Tati fue a buscar a su prometido para que le diera placer y lo que encontró fue a un hombre pensativo y muy pendiente de su cuñada y sobrinas, y eso a ella no le gustaba ni poquito. Ese asunto era de su esposo, Daniel, y no de él; no se podía hacer cargo de la familia de otro, aunque fuera su hermano. Eso pensaba Tati y se lo hizo saber a Andrés, quien se molestó y salió rápidamente de la habitación. Fue hasta la cocina y le preparó un par de sándwiches a Victoria, puesto que se había dado cuenta de que no había comido nada por culpa de él.
__ Victoria, ¿estás despierta?
—No, estoy dormida.
—Deja de hacerte la graciosa, sé que tienes