**Krimson**
La mujer encima de mí, junto a sus gemidos y quejidos de placer, me tenían a mil.
Sus ojos se encontraban dilatados y su boca para entreabierta me invitaba a devorarla, así como mi miembr’o se deslizaba fácilmente por su intimidad.
Era deliciosa, increíble… pero solo una buena entretención.
El aroma de vainilla y miel aún impregnaba mi piel cuando me separé de su cuerpo.
La loba frente a mí sonreía con satisfacción, acariciando mi pecho con dedos perezosos, sus uñas dejando pequeños rastros de ardor en mi piel.
—Siempre sabes cómo complacerme, Krimson —susurró, con una sonrisa ladeada y seductora.
Yo le devolví la mirada con calma. No tenía problemas en compartir momentos como este. Era simple, físico, sin compromisos ni expectativas.
Justo como me gustaba.
Pero mi relajación se vio interrumpida cuando escuché un murmullo en la distancia.
—Dicen que la ex Luna de Moonfang anda paseando por la manada —murmuró una voz, entre risas de burla—. ¿Por qué el Alfa la tra